4 de diciembre de 2009

Un antes y un después

LA PRIMERA TEMPORADA DE "PICOS GEMELOS"

David Lynch es un tipo raro. Está loco, más bien. Pero de esa locura -no sé si personal pero sí artística- han salido obras muy alejadas de la mediocridad general. Y cuando hizo una película "normal" ("Una historia sencilla"), la hizo muy bien demostrando que sí sabe contar un relato desde la A a la Z, a diferencia de tantos seudo artistas que andan por ahí.

Sólo que lo suyo es experimentar. Siempre que se lo menciona a Lynch, se habla de monstruos, de visiones pesadillescas, de demonios, de lo dark y lo cult. Pocos recuerdan, en cambio, su humor muy irónico, su cinefilia, sus -a veces- brillantes narraciones. Ahí está, pronta para ser descubierta "Carretera perdida" con su relato seudo policial donde se mezcla una historia nada lineal con la ambigüedad de los datos que presenta. Últimamente se lo vio un poco desconcertado (los cortos de los conejos, "Imperio"), pero sus más de 30 años de trayectoria han demostrado que es algo más que un artista de moda.

En 1991 y 1992 creó -junto con el mucho menos conocido y más televisivo Mark Frost, posteriormente su cuñado- una serie llamada "Twin peaks" ("Picos gemelos"), aquí transmitida por canal 4. Si bien recuerdo que en su momento fue vista por mucha gente en nuestro país, que aceptó de buena manera su originalidad, no parece ser demasiado recordada en este siglo XXI. Claro, ha pasado bastante tiempo.

En un pequeño pueblo -aunque en el cartel típico de las rutas yanquis indica 52.000 y pico de habitantes, lo que fue impuesto absurdamente, dado que se muestra una localidad chica donde parecen conocerse todos- aparece asesinada una joven hermosa, hija de un poderoso empresario, llamada Laura Palmer. Allí llega un agente del FBI -Cooper- que intentará esclarecer el crimen.

Y aquí comienzan las bizarreces: Cooper no es el típico detective de cine negro. Bonachón, excéntrico, un poco místico -sueña con conocer al Tibet- se basa en sus sueños y en métodos poco científicos -tirarle pedradas a una botella mientras escucha nombres de sospechosos y creer que el culpable es el nombre que escuchó cuando le embocó al tirar- tanto como en la realidad.

Los habitantes del pueblo (o ciudad o megalópolis) también tienen lo suyo. Locos, por cierto -una mujer que repite lo que dice su tronco, y que dice Wikipedia que nació de una apuesta de que Lynch no se animaría a poner un personaje así-, un psiquiatra con los vidrios de los lentes de dos colores diferentes; amén de otros personajes insólitos: un policía con una torpeza de dibujo animado que se pone a llorar cuando hay una muerte, jóvenes motoqueros como en los 50 -la serie nunca es situada en una época determinada-, la hija del dueño del pueblo que se divierte haciéndole la vida imposible a su padre, etc. No faltan, obvio, los mutilados de Lynch: una mujer tuerta, un manco misterioso ni las presencias demoníacas. Por no hablar del enano que habla al revés.

Todo está permitido en la galaxia del director. En los 8 capítulos de la primera temporada tuvo un control casi total sobre el material. Como primera mitad de un relato policial es impecable, progresando lenta pero sostenidamente y terminando con un golpe de efecto, como corresponde al final de una temporada: Cooper es baleado y no se sabe en principio si sobrevive.

En la segunda y última temporada de 22 capítulos -que recién comencé a ver- Lynch se fue desentendiendo progresivamente de la empresa, que según los comentarios se fue alargando innecesariamente, en especial después que se confirmara la identidad del asesino en el medio del asunto. Posteriormente realizó una película de accidentada vida comercial llamada "Fuego camina conmigo" -no estrenada en Uruguay- que se centra en los hechos ocurridos antes de la serie. En una próxima entrada comentaré tanto esta segunda temporada como el film.

Suele decirse que hubo un antes y un después de esta serie. Que inspiró a otras más recordadas como "Los archivos X", "Lost", "Oz" o "Los Soprano". Por lo menos, es indudable que introdujo -creo que por primera vez en la historia- en la televisión dentro del relato de ficción, el reino de lo inesperado, de lo absurdo, de lo bizarro. Y también el misterio, la imaginación, la fantasía, la ironía. No es poco.

Te extrañamos, David.

Seguiré con esto más extensamente en un par de meses, culminando con el análisis de toda la historia de Laura Palmer. Por ahora les dejo el tema presentación de la serie, creado por el músico habitual de Lynch, Angelo Baladamenti. Escuchen y comprobarán que no es el típico motivo "enganchador" sino que tiene una melodía sutil, climática pero al mismo tiempo, creo, sugerente y misteriosa. En todo caso, buena y original música.


4 comentarios:

andal13 dijo...

Vos sabés que no vi "Twin peaks", por más que sea "de mi época". Sí recuerdo que había muchísima gente enganchada con la serie.

Qué peliculón "Una historia sencilla", ahora que decís; una clase de cómo se puede hacer gran cine con unos pocos -pero imprescindibles- elementos.

(No sé si hiciste algo vos, pero ahora sí tu blog aparece como actualizado en mi blogroll)

Alvaro Fagalde dijo...

Sí, lo agarre al señor Google y le di un par de cachetazos en el hocico.
También toqué alguna cosita en la configuración.
Picos gemelos la estoy terminando de bajar toda. Te la puedo pasar, entra en un DVD y medio.

andal13 dijo...

Ah, te agradezco el ofrecimiento, pero ahora que se acercan mis vacaciones, tengo tanto para leer, ver y dibujar, que necesitaría un año domingático para poder pagar todas mis deudas literarias y televisivas pendientes!

Alvaro Fagalde dijo...

Ok, te quedará como consuelo mi segunda reseña sobre los Picos...